Una de las cosas que más me gusta fotografiar ( supongo que como a muchos de vosotros) es... ¡la luz! Cómo crea sombras, cómo se filtra a través de unas cortinas o cómo va cambiando los colores de un atardecer. Esta tarde ha sido una de esas en las que he dirigido mi mirada al cielo de Madrid, uno de los más bonitos (como dice siempre mi madre). Y aquí está el resultado:
Primero, el atardecer ha comenzado con colores anaranjados.
Después, ha pasado a cúmulos dorados.
Y al final, todas las nubes se han vuelto de tono rosado
Espero que os haya gustado la muestra de este cielo que tenemos en Madrid :)