Ésta es la iglesia de Saint- Josse y está en la plaza donde se desarrolla la vida de este barrio. En la plaza ponen el mercado de verduras y de otras cosas como jabones y champús, zapatos, etc., al rededor hay bares y cafeterías y es donde se encuentra la famosa "friterie" de Saint Josse. Según he leído, este puesto de patatas fritas llevaba abierto desde los años 30 y quisieron cerrarlo cuando el último dueño murió, pero la gente del barrio hizo un llamamiento para que siguiera abierto y ahora lo regenta una señora ecuatoriana que tiene enamorados a los vecinos de la zona por su buen hacer. Y las patatas están buenísimas.
Más detalles de la plaza y de sus tiendas y restaurantes.
Otra cosa muy interesante de Saint-Josse son los graffitis. Por toda la
calle Lovaina, que baja hacia el barrio desde una de las arterias
principales del tráfico de la ciudad, hay pituras dedicadas a grandes de
la música de diferentes nacionalidades. Un ejemplo de ello es esta
pintura dedicada a Compay Segundo:
Saint Josse, en definitiva parece un barrio un poco dejado en cuanto a restauración y limpieza de sus edificios y calles, pero es interesante por su multiculturalidad, su arte callejero y sus lugares históricos y, por qué no, también deliciosos, como la "friterie".
Espero que os haya gustado este paseo por uno de los barrios exteriores de Bruselas. Seguiremos explorando esta ciudad y sus secretos, ¡estad atentos!
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