1. Meterme bajo una manta o
2. Irme a una cafetería agradable a escribir o, recientemente, a dibujar.
Café, pastas y mi querido cuaderno
Por alguna razón, sentarme tras un escaparate mojado por las gotas de lluvia y contemplar cómo personas ajenas a mí pasan cubiertos por sus paraguas o corriendo bajo la llovizna, me da una especie de paz mental perfecta para meterme en esos mundos que surcan mi mente y no puedo dejar de imaginar.
A veces, el resultado es tan sólo una página llena de garabatos con sentido única y exclusivamente para mí, otras, un dibujo, las más, un poema, un relato o el principio de una historia. En este caso, fue un dibujo.
Desde hace poco estoy recuperando mi pasión por pintar y dibujar :) Sin complicaciones, hago lo que me sale sencillamente, sin agobios. Planto el rotulador, o el bolígrafo sobre la hoja y me dejo llevar. No pretendo que sea profesional, simplemente, un recuerdo de los días que pasan y las cosas que hago.
El que veis en la foto anterior es mi cuaderno de "journaling" (palabra que usan en EEUU para definir algo parecido a llevar un diario pero hecho a base de dibujos). Utilizo esta palabra realmente para definir lo que hago, pero, en general, hablo de él como "mi cuaderno", sí, sí, a lo Smeagol (mi precioso, je, je).
Probé con una Moleskine para empezar, pero las hojas eran un poco finas para pintar, así que ahora lo uso para escribir y éste otro (un teNeues) para mi pequeño proyecto de volver a lo artístico.
En fin, me dejo de rollos y os dejo con otra vista lluviosa, lo que veía desde una de mis cafeterías favoritas.
¡Felices días de lluvia a todos!
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